En un viaje directo a tierras argentinas estábamos dispuestos a vivir una comunión de Rock and Roll y nos disponíamos plenamente 5 almas errantes para recorrer mas de 1297 Km. con destino a la ciudad de Salta.
El viaje casi turístico tuvo como primera parada la ciudad histórica de Potosí cual mayor atractivo turístico es la casa de la Moneda, es ahí donde registramos las primeras imágenes para la posteridad junto a una bandera del corazón que llevamos elaborada para la ocasión.
Llegando a la frontera que divide dos ciudades y a la vez 2 países en una madrugada nublada tuvimos que pasar por un trámite migratorio insufrible de más de 5 horas. Se puede resaltar la amabilidad oficial por parte de la gendarmería Argentina al paso fronterizo.
Pisar nuevamente la Quiaca luego de 18 años casi exactamente fue una sensación placentera a pesar del sol sofocante. Ultimo trasbordo al destino final, ciudad de Salta, en un viaje demoroso entre inspecciones y revisiones hasta que por fin luego de 8 horas vimos a” la linda”.
Llegando comenzó el sacrificio por el Rock and Roll, tuvimos que pernoctar en la terminal de la ciudad siendo así una experiencia que todos quisimos sobrellevarla con la mejor actitud.
Amanece en el día 26 de Marzo de 2011 “El día D” una mañana húmeda y semi nublada nos espera para desayunar y comprar las entradas que daban acceso a la misa pagana que se iba a representar horas después en el estadio Martearnea.
Esa mañana nos encontramos con los mercaderes del rock vendiendo miles de artículos con evocaciones ricoteras y del Indio Solari como artículos litúrgicos para dicho evento religioso.
Las previas comenzaron en los alrededores del centro de la ciudad de Salta justamente al embarcar uno de los últimos Bondis al estadio Martearena, con 5 Termidores a cuestas dispuestos a ensalzar la euforia ya dispuesta en la unión con “Las Bandas”.
En la avenida principal del Estadio comenzamos a sacarnos fotografías con las banderas de toda Argentina y nuestras mismas creaciones.
La congregación de almas ricoteras hace que nuestra primera parada sea en un local con parlantes al exterior retumbando antiguos himnos de Patricio Rey. Acercándonos aun mas al estadio doblamos la avenida y el espíritu de Patricio Rey se hacia esquina, en ese momento comenzó a sonar una murga a lo lejos y a la vez se hacia mas cercana. El pogo era cada vez menos evitable y los retumbes de los bombos y tambores eran la perfecta banda sonora para el deleite de todos los que estábamos en ese lugar, “voy a bailar llorando” predicaba el indio y literalmente era lo que ocurría en ese predio frente a las puertas del estadio en esa murga al galope. Adentro de la danza macabra y la fiesta que solo te puede brindar Patricio Rey nos filmaban celulares y cámaras emulando al ojo idiota, registrando la secuencia demencial y las embebidas narcóticas que acompañaban con canticos alusivos al único Rex.
El paraíso “Solariano” estaba en las calles pero todos preludiábamos que el infierno encantador iba a estar adentro. Luego de las fotografías de rigor dentro de la cancha ya estábamos listos a vivir uno de los acontecimientos paganos mas notables del rock en esta parte del mundo, la comprensión lógica no tenia limites al ver personas en silla de ruedas, nenes de pecho, ancianos llevando a sus nietos, personas en muletas, y hasta un hombre ciego desfilo por la entrada de aquel estadio adornado por estampas hechas banderas, las cuales referían un inmenso e inacabable universo lirico de Patricio Rey en los últimos 35 años.
El concierto se retraso más de una hora justamente por la espera paciente para que todos los comulgantes estén presentes. El estadio apago sus luces y realmente estaba sucediendo, el pogo más grande del mundo comenzaba una vez mas a rodar, Todos a los botes… arranca la noche y la lleva a otra dimensión. El primer himno ricotero fue El infierno esta encantador esta noche, es ahí donde todas las bengalas rojas emulan un infierno que ya internamente estaba dispuesto y servido, clásicos como Mariposa Pontiac, o vamos las bandas denotan la fidelidad ricotera por aquellos viejos clásicos, el trabajo solista del Indio Solari tampoco pasa desapercibido con Fligth 956, o Martinis y Tafiroles, El tesoro de los inocentes acusa con su frase “si no hay amor que no hay nada entonces”, a todo esto el corazón y la garganta no tenían fin para sentir ni para gritar las canciones mas que cantarlas, es así que todo llega a su fin con el merito de estar ahí para escuchar el tema final de siempre acuñado ya hace muchos años, el himno mayor, el pogo mas grande del universo, la fresa del medio, les hablo del JIJIJI; se encienden las luces del Martearena y comienzan los acordes maravillosos con la voz filosa de siempre y la conmoción se vuelve locura.
Lo demás no es necesario comentarlo mucho solamente aseguro desde estas líneas que si tienes la oportunidad de vivir esta experiencia no desperdicies el tiempo y vivamos y compartamos los mejores himnos rocanroleros de este tiempo.
Salta es maravillosa para conocer con amigos, un destino perfecto para realizar diferentes actividades y vivir días emocionantes con sus amigos. Saludos
ResponderEliminarMatías - Hoteles en Salta